En el mes de mayo de 2008, el Volcán Chaitén, ubicado al sur de Chile, entró en erupción. Las cenizas cubrieron completamente el pueblo de Chaitén, obligando a sus habitantes a abandonar repentinamente sus casas. Fueron evacuados por mar. Algunos volvieron meses más tarde a buscar sus pertenencias. Otros no volvieron más. Todavía se ven mesas con manteles, abrigos colgados… todo cubierto con ceniza endurecida por el agua. Unos pocos viven ahora allí, en su pueblo gris, sin luz, ni agua potable. Las cenizas se trasladaron por el aire a miles de kilómetros, cubriendo también la comarca donde vivo, al oeste de Chubut . Este dibujo está realizado sobre ceniza del volcán, juntada en las cercanías del Chaitén. Es parte del resultado de mi homenaje a quienes tuvieron que dejar su lugar y enfrentar un destino completamente nuevo e incierto, y un homenaje a nuestra Madre Tierra, tan bella y poderosa.
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